Viajo de tu mano, recorriendo sueños como ayer. La luz se despide lejos, en la montaña, y nace el anochecer, que nos acoge en un mar de estrellas. Poderosa oscuridad... abraza cada rincón, pero no es suficiente para apagar tus ojos... Y mi risa rompe el silencio. La noche me responde y deja caer una estrella, y su estela brilla en mis pupilas que la persiguen hasta que se desvanece... Oigo tu corazón latir en mi mejilla, mi rostro en tu pecho, y tu voz me envuelve, y sonrío... y te amo... Un susurro del viento me arropa. Y empiezan tus dedos a acariciar las cuerdas, y la guitarra a cantar como un pájaro al amanecer. Cada acorde me lleva a un mundo, cada nota es una historia. “Te quiero”, mis palabras acarician tu piel, y me encanta cómo te estremeces... “Te quiero...”